Fanny Ortiz
fannyortiz997@gmail.com
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"No sé dibujar. Dos veces intente dibujar un barco y un amigo me preguntó si era una patata"
Antoine de Saint Exupéry
! Hola, amigos! A propósito que estoy participando por una beca en la Biblioteca Nacional de Colombia, para transcribir el libro I de los manuscritos de La Vorágine, me pregunto si mis novelas favoritas tienen en custodia los manuscritos y documentos primarios que dieron paso a su alumbramiento. Les estoy hablando … !bueno! creo que es predecible, de La Vorágine del colombiano José Eustasio Rivera, escrita entre 1922 y 1924, El Principito del francés Antoine de Saint Exupéry, escrita en 1943 y Cien Años de Soledad, de nuestro premio nobel Gabriel García Márquez, escrita entre 1965 y 1966.
Pues bien, en el repositorio de la Biblioteca Nacional de Colombia, están colgados tres PDF, que a su vez dan cuenta de los libros físicos, que conforman los manuscritos de La Vorágine. Fueron escritos en libros de contabilidad, a lápiz de mina azul y están firmados por Rivera. La biblioteca los adquirió en 2006 de manos del señor Sergio Calderón, descendiente de Rivera, por compra patrimonial. Desde entonces la custodia y protección pasó a manos de la biblioteca.
La Vorágine. Manuscrito, 1922- 1924. BNC.
El manuscrito original de El Principito reposa en la Biblioteca Pierpont Morgan, ubicada en Nueva York. Dicha biblioteca mantiene la custodia y protección de estos materiales desde 1968, cuando Silvia Hamilton Reinhardt amiga de Exupéry, decidió realizar la entrega. A su vez, la mujer los habría recibido de las manos del escritor temporalmente, mientras éste se internaba en el escuadrón de África del Norte, misión de la que nunca volvió.
Para 1943, año en que desaparece Exupéry, el francés ya conocía la edición de su libro en inglés. El tiraje alcanzó los 525 ejemplares que fueron numerados a mano y firmados por el autor. La publicación estuvo a cargo de Reynal & Hitchcock, bajo el título The Little Prince. Cuántos de ustedes tienen una reliquia de estas, firmadas por Saint Exupéry, en algún rincón de casa. Seguramente el francés, entregó los manuscritos a Hamilton pensando en una custodia temporal.
Por otro lado, nuestro Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, quien murió en 2014 a los 87 años de edad, dejo un legado invaluable, para la historia de la literatura y de la política latinoamericana. Se trata de la Biblioteca de Gabo. No es claro, si buscar un custodio en adopción para la Biblioteca, fue una decisión familiar, o una petición del mismo Gabo antes de morir. El caso es que la entrega se realizó al Instituto Harry Ransom Center, The University of Texas at Austin, por compra patrimonial, mediada por Glenn Horowitz Bookseller, apoderado de la familia y facilitada por Estudios y Colecciones Latinoamericanos LLILAS Benson.
Por otro lado, nuestro Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, quien murió en 2014 a los 87 años de edad, dejo un legado invaluable, para la historia de la literatura y de la política latinoamericana. Se trata de la Biblioteca de Gabo. No es claro, si buscar un custodio en adopción para la Biblioteca, fue una decisión familiar, o una petición del mismo Gabo antes de morir. El caso es que la entrega se realizó al Instituto Harry Ransom Center, The University of Texas at Austin, por compra patrimonial, mediada por Glenn Horowitz Bookseller, apoderado de la familia y facilitada por Estudios y Colecciones Latinoamericanos LLILAS Benson.
Cien Años de Soledad. Copia mecanografiada. Harry Ransom Center. Universidad de Texas.
Desde entonces, la Universidad de Texas emprendió una maratónica tarea de clasificación, catalogación y digitación del material en custodia, además de convertir cada uno de las existencias de Gabo, a un formato digital. El archivo en línea está a disposición del público desde 2017. Hace parte del repositorio de Harry Ransom Center. Se compone de aproximadamente 27.500 documentos digitados del archivo físico. Ustedes pueden navegar e involucrarse con el creador del realismo mágico, conociéndolo desde su riguroso proceso como escritor. Aquí les dejo un enlace para acceder a esta plataforma,
En ella pueden consultar la copia mecanografiada de Cien Años de Soledad. La cual está en una etapa avanzada. Parece ser uno de los borradores, anteriores a la entrega para la editorial Sudamericana. Cuenta con pocas anotaciones, pero es bellísimo acercarse a la rigurosa técnica usada por Gabo.
Qué nos puede arrogar un manuscrito a la hora de acercarnos a la obra. Con el manuscrito de La Vorágine, tenemos la certeza de la autoría del escrito, dada por la signatura que aparece al final del libro I, la cual dice: “Este cuaderno viajó conmigo por todos los ríos de Colombia durante el año 1923, { ... } Sus páginas fueron escritas en las popas de las canoas y las piedras que me sirvieron de cabecera, sobre los cajones y rollos de cables, entre las plagas y los calores. Terminé la novela en Neiva el 21 de abril de 1924. José Eustasio Rivera".
El manuscrito aunque incompleto, parece ser un borrador, no el primero ni el último, si se le compara con la primera edición de la Revista Cromos. Con páginas perdidas, y anexos que dan cuenta de la vida diplomática de Rivera. El valor está dado por constituir una fuente primaria para revisar el proceso creativo y fuente histórica, sobre la frontera y la región de los llanos orientales y la amazonia.
En este manuscrito, no existe un acervo documental, como si aparece en Gabo, por ejemplo; en Crónica de una Muerte Anunciada. En La Vorágine hay que leer entre líneas, y preguntar a Rivera, qué pasaba en esos territorios, qué es lo que tanto le afanaba mostrar.
Rivera de preferencia opta por el manuscrito. Cuántos borradores, cuántos dolores de cabeza, anotaciones, tachones. Sin duda el autor vive su propia vorágine al escribir. Y es hermoso leer y encontrarse uno mismo, al percibir al hombre enfermo, que lucha por culminar su obra. Uno se preguntar, bueno y cuál es mi vorágine?
García Márquez, es más técnico, con correcciones muy precisas, cuenta hasta el último detalle. Sus personajes están bien documentados. Parece dejar material suficiente con que reconstruir el relato desde el proceso creativo. Rivera no, para denunciar las atrocidades que se vivían en La Chorrera y El Encanto inventa una estrategia, con la intención de que sus contemporáneos crean en la veracidad del relato. Es más, inventa un epilogo, en el cual afirma haber recibido de manos de Arturo Cova los manuscritos. Si!, los mismos mencionados en este ensayo.
Muy distinta es la cosa con Exupéry, nos deja sobre el manuscrito anotaciones profundas y del alma. Que hacen pensar al lector, bueno, realmente el hombre se dispuso hacer un dialogo intimo con su propia niñez, algo así como una autobiografía. En la última parte del manuscrito aparece esta frase que Exupéry decidió excluir, "Como no formo parte del juego, nunca dije a las personas grandes que no soy como ellos. También les escondí que siempre tuve cinco o seis años en el fondo de mi corazón. Y les escondí mis dibujos. Pero quiero enseñárselos a mis amigos. Estos dibujos son los recuerdos"
Hoy en día, con los materiales en custodia, se ha permitido sacarlos del deposito y ser exhibidos al público, aunque en contadas ocasiones. En 2009, se exhibió el manuscrito de La Vorágine, durante tres días. Contó con un acto inaugural en donde se ambientó la lectura de algunos pasajes del libro, con sonidos de la selva y muestras de arte. En 2014, la Pierpont Morgan, exhibió 35 acuarelas y 25 páginas del manuscrito de El Principito, la ambientación evocó al Nueva York de la Segunda Guerra.
Parece ser que los manuscritos de Exupéry, han sido los más frecuentados, no solo por visitantes. El investigador Chistophe Quillien, revisó el manuscrito de letra enredada, desde el punto de vista de la creación. En su libro, El Principito. Enciclopedia Ilustrada, se repasan las correcciones, los párrafos eliminados, las acuarelas y el capitulo inédito de Exupéry. Editada por Lumberg en 2015. Aunque ya en 2014 existía la publicación de un facsímil del manuscrito original.
Por lo que respecta al manuscrito de La Vorágine, esperamos que este año se pueda exhibir nuevamente al público y obtener la transcripción. Sobre la Biblioteca de Gabo, este si que es un tesoro ya presto a las miradas de estudiosos e investigadores. Harry Ransom Center adelantó magistralmente la clasificación del material original y resta acercarse desde la inquietud y la pregunta.
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