viernes, 26 de mayo de 2017

COLOMBIA MI ABUELO Y YO: UNA GEOGRAFÍA CONTADA PARA NIÑOS Y DOCENTES



Autor: Pilar lozano
Ilustraciones: Carlos Riaño
Editorial: Panamericana /1997
Páginas: 175

Fanny Ortiz. 2017

Acaba de cerrar la trigésima versión de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, Filbo 2017. Pilar Lozano, fue  invitada especial, por el lanzamiento de su última obra: "Historias de un país invisible", que habla de los niños en el conflicto. También acompañó el evento: Contar Colombia a los más jóvenes,  dedicado a la literatura infantil.


A propósito de ello, quisimos reseñar el libro: "Colombia mi abuelo y yo", publicado en 1997, dada la importancia que tiene para el ámbito escolar. Este libro maravilloso, de narrativa clara, relata las largas conversaciones entre un niño y su abuelo, al tiempo, que observan el mapa de Colombia. Pilar Lozano, incursionó en la literatura infantil, con este libro, gracias a que recorrió su país a profundidad y lo conoció de primera mano, en su labor como periodista. El relato es escueto, bien documentado, de lenguaje sencillo y creativo.



"Colombia, mi abuelo y yo", es un libro escrito para niños -y muy recomendado para docentes-, pues  es el resultado de la reflexión, acerca de cómo le hubiera gustado aprender las ciencias sociales, a su autora.

"Colombia, mi abuelo y yo", es el relato de un niño, que al ver un viejo baúl, recuerda los más bellos momentos de su infancia y la figura de su abuelo, Papá Sesé, quien le enseñó la geografía de Colombia, observando un mapa y leyendo anotaciones, juiciosamente pegadas en un viejo globo terráqueo.

De la mano de Papá Sesé y su forma particular de explicar, logra despertar en el niño, la curiosidad. Para esto Papá Sesé, aprovecha escenarios cotidianos, como el patio de la casa, unas vacaciones, un camino, la parada de la ruta escolar. 

Una noche despejada, por ejemplo, se convierte, en la mejor excusa para preguntarse por mundo del universo. Tal como lo hicieran los astrónomos del pasado. Observando la magnitud del firmamento, papá Sesé y su nieto van comprendiendo el universo como un espacio explicable y entendible. 

“Poco a poco, el telescopio, los libros y mi abuelo me ayudaron a entender mejor el universo. Pronto comprendí que es un espacio inmenso y oscuro por donde viajan a millones de kilómetros por hora las galaxias, dando vueltas sobre sí mismas como si fueran remolinos”.

Pilar Lozano, nos invita con su libro, a embarcarnos por ésta aventura de fantasías, que es la infancia. Para trasladar las ciencias sociales a este mundo, nos ofrece grandes posibilidades, entre ellas, la pedagogía del ejemplo. Usando un lenguaje asertivo y sencillo, se explican fenómenos  científicos, tales como, la rotación y traslación de los planetas, los husos horarios, los paralelos y los meridianos. A partir de ejemplos, se atrapa la atención del niño y se le lleva de una forma agradable, por otra aventura; la del conocimiento.

Es así, que se relata, cómo papá Sesé enseña a su nieto, qué son los paralelos y meridianos, a través de un juego, en el que se buscan las direcciones de los países. La carrera sería el Ecuador y empezaría con el número cero y la calle, Greenwich. Las capas atmosféricas, las explicaría, con una analogía muy particular, la del colchón: entre más abajo, más calor, pues hay más capas atmosféricas, "Es como si tuviéramos más cobijas encima”, explicaba el abuelo.

Tal como lo haría un docente en un salón de clase, una vez situado, en un concepto científico, Papá Sesé, traslada el objeto de la narración, de la explicación, del conocimiento, a contar a su nieto, cómo es Colombia, con toda su extensión, riquezas, sabores, colores y por supuesto, su forma física, "Colombia parece una estrella de cinco puntas, chueca y mal dibujada".

De tal forma, aparece esa Colombia de dos océanos, de fronteras en la selva, en el llano y en el mar,  de islas, cayos y moronas, de lugares sagrados y únicos. Se va descubriendo esa Colombia multiétnica y multicultural.

Aparece un Roncador y Quita Sueño, llamado así, por piratas y corsarios, que en su tráfico nocturno, tejían leyendas de espantos y de sustos,  allá, en San Andrés y Providencia, donde se habla inglés y los más ancianos bailan polka y chotis.

Aparece el páramo más grande del mundo, sitio sagrado y de vital importancia, pues es una máquina, que produce agua. Diversidad de ríos, unos negros, otros claros, unos trajinados por el comercio de años, otros casi puros y poco explorados, unos anémicos y otros muy fuertes, unos llenos de magia,  que aparecen y desaparecen.

Diversidad de climas, pues gozamos de una posición geo estratégica, privilegiada. Una cordillera que nace en la tierra de fuego y se entrenza en nuestro territorio, es contada, melancólicamente, por el señor de los andes, un cóndor anciano, que en sueños, le habla a Papá Sesé.

Y por supuesto nuestra identidad étnica-cultural, tan diversa y tan única a la vez. Lugares mágicos,  de ensueño, ataviados, engalanados, con colores, ofrecidos por nuestra madre naturaleza. Pueblos montados sobre estacas. Sitios bautizados en honor a una extraña posición geográfica, -Sal si puedes, así llaman al aeropuerto de Bahía Solano-. Islas que son verdaderos laboratorios de biodiversidad. Personas con la piel tostada por el sol, de ojos melancólicos y manos duras, como si llevaran tallada la historia de la esclavitud.

Personajes misteriosos. Palabras insospechadas. Atuendos coloridos, oscuros, serenos. Comidas riquísimas. Pero por sobre todo, personas muy distintas, niños poliglotas, escuelas en donde el idioma oficial no es el español. Saberes incuestionables.

En fin, es un maravilloso libro de necesaria circulación en el ámbito escolar.

FIN

Anexo

Carta de papá Sesé

Muchos ríos de Colombia están enfermos, algunos de gravedad. Cada día parecen más flacos y débiles. De seguir así, terminarán siendo simples hilitos de agua. Sólo los árboles los pueden salvar, pues son los encargados de recoger el agua para alimentarlos. ¡Pero los hombres tumban y tumban bosques sin piedad¡
Si en Colombia continúan derribando los bosques, mis biznietos no conocerán ni un río, ni una quebrada, ni una laguna. Etiopia, hace apenas setenta años, era un gran bosque; hoy es un inmenso desierto donde la gente se muere de sed.
Por esto me encanta ver a los niños de Quizgó, un resguardo indígena encaramado en las montañas del Cauca. Cuando salen de la escuela corren a buscar "ojitos de agua", así llaman a los nacimientos de gua. Para que estos "crezcan" y formen quebradas y ríos, siembran al rededor muchas plantas, entre ellas una llamada "alegría". Estos pequeños saben también "sembrar agua", donde no hay: hacen un hueco y lo rellenan con agua de río, luego lo rodean de alegrías.


TEJIENDO SABERES

En 1/8 de cartón cartulina dibuja los siguientes ejemplos:

Ejemplo 1. Si jugamos que el sol es un balón de un metro de ancho, la tierra seria como una alverja, si el sol fuera ese balón y la tierra la alverja, la distancia entre uno y otro sería como de una cuadra. Mercurio tan pequeñito como una cabeza de alfiler y venus representado por otra alverja. Para colocar a Neptuno hubiera tocado caminar cincuenta cuadras y sería un pequeño limón.

Ejemplo 2. El universo es como una feria mecánica donde todo está en permanente movimiento.

Ejemplo 3. Piensa en un platillo volador, de esos que aparecen en las películas de guerras intergalácticas. Se mueve a gran velocidad girando y girando. Ese platillo es la galaxia. Ahora imagina que en un rincón del platillo hay un trompo. Esa es la tierra. Mientras gira sobre sí misma, como cualquier trompo, también da vueltas alrededor de un punto. Pues bien, los terrícolas viajamos siempre en el trompo y a la vez, en el platillo volador.


Escribe una carta a papá Sesé  en donde muestres tu compromiso en la conservación del medio ambiente.


Bueno, eso fue todo. Si te gustó lo que leíste y quieres hacer un apunte, no dudes en escribirlo. Recuerda que si estás en otro país o ciudad y requieres documentación de tipo histórica, mi contacto está iniciando la entrada, ahí me ubicas. Hasta la vista.



jueves, 27 de abril de 2017

LA OCUPACIÓN DE LAS SABANAS DE LOS LLANOS ORIENTALES: UN CONFLICTO RECURRENTE

Fanny Ortiz. 2017
fannyortiz997@gmail.com

Este ensayo es un intento por aproximarse a la raíz del conflicto y la tensión interétnica entre llaneros, colonos e indígenas, de los llanos Orientales. En primera instancia por la sedentarización que acompañaba el acto de fundar o de establecerse en un hato ganadero, el cual, restringía al indígena del uso ecológico de la mata de monte y en segunda instancia, como consecuencia de la explotación desmedida de recursos naturales como el caucho, que a finales del siglo XIX, junto con el desarrollo de una ganadería extensiva, arrinconaba y restringía del uso de las sabanas comunales a indígenas, llaneros y colonos, lo que llevo al conflicto y tratos crueles.

 HATEROS, VAQUEROS, VEGUEROS E INDÍGENAS: GENTE DE TRABAJO LLANO

Aunque el indígena no gustaba del contacto con las manadas de ganado cimarrón y le era común perseguir y alejar a los semovientes que se acercaban a los linderos de sus caseríos, el indígena aprendió el pastoreo de los rebaños, gracias a que los jesuitas impusieron el trabajo de llano a las poblaciones cristianizadas y evangelizadas.

Con la expulsión de los jesuitas, después de 1767, los hatos fueron poco a poco apropiados por quienes antes se encontraban en situación de sometimiento a la hacienda. Ya aculturados, cristianizados y semisedentarios, los llaneros, una mezcla entre indígena, afrodescendiente y blanco, se dieron a la administración de sus propios rebaños.

El indígena originario, ahora más liberto y sin el yugo del cura evangelizador, compite por el usufructúo del ganado cimarrón. La llanerización del indígena, se expresa principalmente con la  semisedentarización, que acompaña el acto de fundar y el dominio del caballo, que lo aprendió en los hatos de misión y lo incorporó como medio de subsistencia, hasta que se hizo vaquero. (Romero María: 1993)

El vaquero traslada elementos socio culturales del mundo e imaginario propio del indígena, un ejemplo de ello, es el coleo, muy típico de los vaqueros de  llano, que consistía en derribar aquellos bovinos que se apartaban del rebaño. En el siglo XVIII, era ya una práctica propia del trabajo llano y de manera jocosa,  media la destreza del vaquero.  Como se aprecia en la obra de Riu, pintor de la expedición corográfica, el rodeo en los llanos era una actividad en la que se había incorporado el uso de la lanza, propia del indígena. 

Un rodeo en los llanos. Grabado de Riu. Biblioteca Nacional

Lo que pasó con la expulsión de los jesuitas, es que las ganaderías de los llanos, paulatinamente se van convirtiendo en la forma de sustento de una amalgama social que ya era natural de los llanos, pero también de una poblaciones foránea. Como lo observara el naturalista y geógrafo Alejandro de Humboldt, en el siglo XVIII, “blancos, libres y mestizos de todos los colores" que habían estableciendo sus hatos, fundos y haciendas… y esclavos y libertos que, huyendo de la persecución y de la esclavitud, escapaban hacia las llanuras que "[...] deshabitadas, pero pululantes de rebaños, les brindan refugio y manutención". (Gómez Augusto, Molina Nathaly, Suárez Carolina: 2011)

Esta forma de apropiación territorial no es otra sino el hato llanero, término que hace referencia a una extensión de tierra sin cerca, en donde pastan una cantidad significativa de semovientes, con la marca del respectivo hatero, o dueño del hato.

El hato llanero condiciona necesariamente la sedentarización del hatero. Un cuadro costumbrista del acto de fundar lo muestra el ingeniero Emiliano Restrepo, célebre por el trazado de la carretera Bogotá – Villavicencio, que aunque fue abierta el 1936, sigue las recomendaciones dadas en su libro. El acto de fundar, es como bien lo describiera en su obra:



“El criador que pretende hacer una fundación, elige una zona de sabana cualquiera, que no esté ocupada por otro ganadero y que regularmente es baldía. Señala a caprichoso los límites de la nueva fundación, los cuales son ordinariamente caños y fajas de bosques y los hace conocer de sus más inmediatos vecinos, quienes los aceptan y respetan religiosamente….

Señalada la sabana, se procede a la construcción de las habitaciones, eligiéndose al efecto una localidad seca e inmediata a un caño o corriente de agua potable….

Al mismo tiempo que se han estado construyendo las habitaciones y los corrales, se han ido haciendo quemas en las sabanas, a intervalo de diez días, para destruir la paja alta y madura que es poco apetecida por el ganado, a fin de que brote en el mismo orden de sucesión, el retoño que aquel devora con avidez.

Así preparada las cosas, conduce el ganadero su rebaño a la sabana elegida y lo pone al cuidado de tres o cuatro vaqueros a caballo, que permanecen rodeándolo durante el día y que lo conducen a la caída del sol al corral de reducción, esta operación es la que se denomina en el llano con el nombre especial de pastoreo y es, al propio tiempo que indispensable, la más fatigosa para el criador y la que más gasto le causa….

El objeto del pastoreo es aquerenciar el ganado a la sabana elegida, hasta lograr que olvide aquella de donde se le trajo. ….

Para un hato de quinientas cabezas de ganado, basta el criador, dos peones, una cocinera, función que desempeña frecuentemente la mujer del dueño del hato y cinco o seis mulas o bestias caballares”.  (Restrepo Emiliano: Una excursión al territorio de San Martín en diciembre de 1869: 1957)



Algo fundamental en la obra, es que muestra el camino de la instalación de esa ganadería extensiva, -propia de las sabanas del Meta- y que fue impulsada por las campañas de extracción de las últimas décadas del siglo XIX, no en vano, Emiliano Restrepo, fue abanderado de la explotación de sarrapia, caucho, cacao silvestre y maderas, para en últimas fundar su prominente ganadería en las sabanas de San Martín. (Meta)

El hato llanero se consolido como una estructura de poder basado en las relaciones de trabajo de llano. En Arauca y Casanare, sobrevivió hasta bien entrado el siglo XIX la hacienda tradicional llanera a la usanza de los jesuitas. Es decir, sostenida por medio de una red de relaciones laborales basada en la sujeción por lealtad entre hateros, quienes respetaban la marca del semoviente, como una condición a la propiedad privada. Aquí no era importante el número de hectáreas que se poseían, sino el número de reses que se levantaban.

La estructura socio administrativa del hato llanero, en orden de importancia sería así: hatero, encargado de hato, caporal, caballicero, vaqueros, peones, cocinera, veguero y mensual.

Los vaqueros son los típicos llaneros o centauros. Sé toman la libertad de trabajar en el hato que prefieran, si así lo quieren, pero nunca se fundan y tampoco aspiran a ello. La libertad del llanero es la herencia nómada de su pasado indígena, lo cual, le ha permitido no sujetarse de ninguna manera al dueño del hato. El trabajo llano, que es la selección del ganado para engorde y venta, las marcas y el amanse de potros, son funciones del vaquero.

Becerros, vegueros o peones de sabana, en la época de trabajo llano son requeridos en el hato para reparar cercas, ordeñar y otras labores. La relación con el dueño de hato, comienza por medio de endeudes, así quedan sujetos de forma permanente. El dueño de hato, los obliga a fundar al lado de un caño o cualquier nacedero de agua, para que críen o levanten cierto número de reses recién paridas, aprovechando la existencia de sabanas comunales, pero se les restringe al uso de la mata de monte, aspecto que caracterizó, el conflicto agrario llanero durante el siglo XIX y parte del XX.

De la relación entre vegueros e indígenas, el primero aprendió a mantener el conuco para su propia subsistencia, algunos productos del conuco, los ceden por obligación al hato. Es la aspiración de cada hatero, sujetar a indígenas, vegueros o cualquier otro pobre a prestar servicio en el del hato. El derecho de opción, por el cual, se estableció la unidad de intereses respecto del uso de aguas y pastos para ganados, atajos de caballos, lo mismo, que la pertenecía de animales que se encuentran sin marca en las diferentes sabanas, se hizo vedado a peones y vegueros hasta la revolución del llano.

Provincia del Casanare. Llaneros herrando ganado y recortándole las orejas. 
Lamina 25. Fondo: Comisión Corográfica. Biblioteca Nacional

Otra cosa pasa por las sabanas del Meta a finales del siglo XIX, pues este territorio se empieza a vincular como área comercial, para la explotación de quina, sarrapia y caucho. Con ello llega la ganadería extensiva,  propiciada por hacendados ausentistas, para quienes si es importante la propiedad privada. Paulatinamente van apareciendo las cercas y la tensión intercultural entre colonos, llaneros e indígenas. Esta tensión es favorecida por propietarios ausentistas, que a bien, han sido recientemente caracterizados como geófagos o devoradores de tierra. (Gómez Augusto, Molina Nathaly, Suárez Carolina: 2011)


Solo a partir del siglo XIX, dentro de un contexto de avance de una economía capitalista y de fomento de un mercado de tierras, acompañados estos de los procesos de concesión y titulación de "baldíos" y de "bosques nacionales", extensas áreas de los Llanos, especialmente de bancos y médanos, fueron objeto de especulación y de apropiación. Esto dio lugar a largos pleitos judiciales y a conflictos locales y regionales en los cuales los llaneros y los colonos espontáneos, poseedores de buena fe, pero sin recursos económicos, sin influencias y generalmente ignorantes de la legislación, fueron vulnerables frente a los especuladores de tierra, los "geófagos". La práctica de establecer cercas con alambre de púa, iniciada a finales del siglo XIX, contribuyó aún más a excluir del usufructo de las sabanas a los llaneros mismos y a esos colonos, "pobres de solemnidad", que pretendieron establecer allí sus "fundos".


Estos propietarios y sus gamonales llegados desde el altiplano, negaron el derecho de opción, un derecho colectivo  y consuetudinario. Haciendo diferencia entre unas y otras vacas, según la pertenencia al hato y demarcando la extensión del territorio, según la cantidad de reses que se poseía. Reses que antaño pastaban en las sabanas comunales o de uso colectivo. Fue así, que se empezó a negar el derecho de opción a indígenas, vegueros y después, a los campesinos que llegaron desplazados por la violencia de los años 1950. (Barbosa Reinaldo: 1992)

Estos abusos fueron rechazados durante la guerra del llano, o la revolución que dirigió Guadalupe Salcedo. La defensa del derecho de opción, fue la base ideológica de este movimiento. Una cosa parecida al abuso que los gamonales hacían del derecho de opción, fueron las políticas de rehabilitación del llano, en donde, se daba pie a que los grandes propietarios, privatizaran las sabanas, con el uso de cercas.

HACENDADOS, EMPRESARIOS Y COLONOS: GENTE DE LOS ANDES

Como vemos, la región de la Orinoquia se caracterizó desde las últimas décadas del siglo XIX, por el ejercicio de una economía de extracción, relacionada con una forma de ver el territorio, como región de frontera, ausente de participación económica. (Fajardo Darío: 1989)

De tal forma, se abrió paso entre las estructuras de administración local, algo que ya era constante entre quienes avanzaban con la extracción desmedida de recursos naturales: la ley de las fronteras. Donde el Estado colonial no logró instalar proyectos de colonización, se definió el territorio y sus actores como ausentes o baldíos, para mostrar con ello un espíritu insumiso y un medio hostil, al que había que explotar de cualquier forma. (Fajardo Darío: 1989)

De ese período, se generó una legislación para regir los territorios baldíos o ausentes, basada en la concesión a extranjeros y la adjudicación a nacionales, por medio de bonos de deuda pública. Por las sabanas de Arauca y Casanare, llegaron nuevos propietarios, ex militares de la guerra de los mil días, a quienes se otorgaron predios de hasta mil hectáreas. (Giraldo Ladrón. 1981)

Desde mediados del siglo XIX, empresarios y comerciantes, empiezan a instalarse abusando de la compra de tierras o despojando violentamente a llaneros e indígenas. La compañía de Colombia de la firma Uribe & Herrera, ocupó las selvas y sabanas del Ariari. Habían conseguido una concesión de noventa mil hectáreas, desde el valle del Ariari-Guejar, al valle del Magdalena. Fundaron los pueblos de Uribe (Meta) y Colombia (Huila) y construyeron entre ambas poblaciones, un camino para sacar el ganado de los llanos, balata y quina del piedemonte, café y cacao de la zona templada. (Molano Alfredo. 1988)

Las trochas abiertas por los vecinos de San Martin hacia finales del siglo XIX, sirvieron para las explotaciones petroleras de 1920, posteriormente para un carreteadle que la Rubber Development Company, se comprometió a construir entre Acacias (Meta) y Calamar (Vaupés) esto, a cambio de la concesión hecha por el gobierno de Eduardo Santos, para explorar el caucho en el Vaupés. Con la construcción de la trocha de la Rubber, la ocupación campesina del piedemonte, entre los ríos Guayiribia y Humadea se aceleró. (Molano Alfredo. 1988)

El imaginario frente a la territorialidad no cambió mucho después del conflicto de los años 1950. La respuesta del Estado a través de una posible reforma agraria, fue la misma. En el Sarare y el área del Guejar, los programas que pretendían dar curso a la ley 135 o ley de reforma agraria, estuvieron dirigidos a empresarios de tipo agrario y la gran mayoría de los campesinos, llegaban de forma espontánea y sin incorporarse a dichos programas, de tal forma, se ocupan territorios ancestrales y se genera tensión entre colonos, llaneros e indígenas.

Para dar un ejemplo; al departamento del Gaviare empiezan a llegar campesinos del interior, sobrevivientes de la guerra de los llanos o excombatientes de las guerrillas al interior del país. Fueron cientos de hombres y mujeres, que fundaron en las márgenes del Ariari y del alto Guaviare y sobre la tocha entre San José y Calamar, dando origen a una ocupación agrícola campesina. Es el mismo sitio que se hizo famoso por el tigrilleo y la caza indiscriminada de jaguares, venados, micos, panteras, caimanes y babillas. Alfredo Molano dice que fue el entremés de la fiebre del caucho. (Molano Alfredo. 1988)

Bibliografía

Barbosa E, Reinaldo. 1992. Guadalupe y sus centauros. Memoria de la insurrección llanera. CEREC-IEPRI, Editores. Bogotá.

Fajardo Darío: 1998. Colombia Orinoco. Fondo FEN, Edit. Bogotá.

Giraldo D, Ladrón L: 1981. Desarrollo y colonización. El caso colombiano. Universidad Santo Tomas, Edit. Bogotá.

Gómez Augusto: 1991. Indios, colonos y conflictos: una historia regional de los llanos orientales. 1870- 1970. Siglo XXI, Edit. Bogotá.

Gómez Augusto, Molina Nathaly, Suárez Carolina: 2011. Vichada: éxodo y etnocidio indígena; el avance de la ganadería extensiva y de la colonización. En: Revista, Maguaré.

Molano Alfredo: 1988. Aguas abajo. Memorias de un viaje por los ríos Guaviare y Vichada hecho en 1988. En honor al padre José de Calazán Vela. Fondo de Cultura Cafetero, Edit. Bogotá.

Restrepo E, Emiliano: 1956. Una excursión al territorio de San Martin en diciembre de 1869. Imprenta de M. Rivas, Edit. Bogotá.

Romero María Eugenia: 1993. Achagua. En: Geografía Humana de Colombia. Región de la Orinoquia. Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, Edit. Volumen I. Tomo III. Colección: Quinto centenario. Bogotá.



TEJIENDO SABERES

Contesta en tu cuaderno las siguientes preguntas:

1             ¿A qué se refiere el texto con llanerización?
2             ¿A qué se refiere el texto con hato llanero?
3             ¿Qué sectores sociales confluyen en la ocupación de los Llanos Orientales?
4             ¿En qué consistía el derecho de opción en los Llanos Orientales?
                              

Investiga:

¿En qué consistió la expedición corográfica y quiénes fueron sus principales representantes?

¿En qué consistió la revolución de las guerrillas liberales del llano y quiénes fueron sus principales representantes?

¿En qué consistió la rehabilitación del llano y quienes fueron sus principales promotores?



Bueno, eso fue todo. Si te gustó lo que leíste y quieres hacer un apunte, no dudes en escribirlo. Recuerda que si estás en otro país o ciudad y requieres documentación de tipo histórica, mi contacto está iniciando la entrada, ahí me ubicas. Hasta la vista.

viernes, 10 de marzo de 2017

SEÑO TRADICIÓN, HISTORI ANDO Y LOS NIÑOS DE LA ESCUELA, CUENTAN HISTORIAS DE LLANO Y SELVA


SEÑO TRADICIÓN, HISTORI ANDO Y LOS NIÑOS DE LA ESCUELA, CUENTAN HISTORIAS DE LLANO Y SELVA

Fanny Ortiz. 2017

Profesora: Niños. Hoy les voy a presentar a seño Tradición. Ella me ha aclarado muchas dudas. Ha sido una ayuda invaluable en mi trabajo. Por ella, sé la historia de nuestros abuelos. Seño tradición, tiene una sabiduría viejísima. Es que sus padres heredaron de sus viejos, todos estos conocimientos.

Profesora: Ella sabe la historia del árbol de Kalibernae, cuando la gente de Tsamanawi, tumbó el árbol de la vida y tuvieron que cultivar. ¿Ustedes quieren escuchar ésta historia?

Niños: Si, profesora.

Seño Tradición: … Antiguamente, andábamos por la selva. Vivíamos de la recolección de frutos. No comíamos carne. No conocíamos el tejido. Hoy en día, comemos casabe, plátano, arroz. … Si o no.

Niños: Siiiiii… Seño Tradición.

Seño Tradición: Nuestros antepasados buscaron la forma de mejorar. Lo hicieron preguntando a los ancianos. De ahí, que les preguntaron por la relación del mundo y sus recursos. Preguntaron a un abuelo de nombre Palomeke, quien sabía relacionarse con el medio.

Otro abuelo de nombre Mono Nocturno, descubrió un árbol, que se llama Kalibernae. Él siempre iba al otro lado del río Orinoco y comía solo.

El abuelo Mono Nocturno, se perdía de noche y comía por allá. Entonces chamán se transformó en Lapa. El otro animal nocturno. Se transformó en una lapa. Así, hasta hoy en día, que la lapa es nocturna.

Y se le mando atrás… ¿Es usted Lapa? … ¡Mire lo que yo estoy comiendo!

Le votaba piedra y ella cogía… ¡Mire, no es alimento! El cargaba en su mochila, piedra, palo, hoja. Pero al rato le escucho la ruña. … ¡Ese no es usted ¡… ¡Ese es Lapa! … ¡Mire, Lapa! ¡Eso es lo que yo como! Y le votaba. Así la iba engañando. Pero lapita lo perseguía. ¿Hasta dónde irá a llegar Mono Nocturno? Y llegó allá, al árbol de Kalibernae.

Comía cantidades. El hombre allá tranquilo comiendo y acá, lapita, comía solo la concha caída. Lapita lo descubrió y se lo trajo con ella. Al otro día hubo conflicto.

A lapita preguntaron: 

… ¿Qué es ese palo que nadie capaz de tumbar? … Como no es palo natural. … Ni capaz subirlo, como es semejante. Ni capaz derribarlo… Pues el único abuelo que sabe cómo  derribar ese palo, es Palomeke.

Palomeke vivía para el lado Orinoco. No es una persona normal. Es invisible. Entre ellos se relacionan porque domina el yopo y comen kapi. Entre ellos se entienden. Entonces, fueron con Palomeke. Para negociar rula y hacha.

Lo planearon todo…Tocaba jurar… Tenían que sorber yopo… Tenían que ofrecer kapi...

Tenían que negociar… ¿Qué hacer día y noche? Negociar.

Finalmente el pobre abuelo Palomeke se aburrió. ¡No!. ¡Aquí no vendo, ni regalo nada!

Pero ellos pensaron en otra cosa. Le mandaron un mosquito chamán. Así duraron sus días y sus noches. Un día Palomeke se golpeó y llegó mosquito chamán. Le comenzaron vómitos.

Cuando vomitaba, no vomitaba alimento, vomitaba, rula, hacha, joyas, ropa. Cayó oro, plata y anillos. Y ellos tomaron lo que necesitaban. Lo llevaron en bojotes y cuando lo soltaron, salían cantidad de animales. Y se dijeron, ni dejar, ni llevar.

…¡Hay que avisar a nuestro abuelo Bachaco!

La arriera recomendó recoger y llevar esas conchas, al otro lado del Orinoco. Decía que si quedaba de este lado, volvía a unirse y quedar entero el árbol.

El pobre abuelo Bachaco lo llevo al otro lado del mar. A medida que ellos derrochaban lograron derribarlo. Ese palo cayo para el lado de oriente. Si nos hubiera quedada para este lado, hubiéramos garantizado otra forma de alimentación…

Profesora: ¡Haaaa! Pero si también está de visita nuestro amigo Histori Ando. ¡Amigo Histori! ¿Cómo se topa?

Histori Ando: ¡Yo muy bien! ¿Y ustedes, cómo están?

Niños: ¡Bieeeeen!

Histori Ando: Me complace, escuchar las palabras de seño Tradición. Ella tiene razón en lo que dice. Aquí en los llanos, la agricultura típica, el conuco, fue enseñada por nuestros padres ancestrales.

Niños: uuuuummnnn

Histori Ando: Lo voy a explicar con un ejemplo. Imaginemos, que todo el territorio de los llanos es una gran torta de casabe, si a esa torta, la partimos en cien pedazos iguales, ¿saben cuántos pedazos sirven para ser cultivados?

Niños: Nooooo…

Histori Ando: Solo cinco. Entonces, nuestros padres ancestrales nos enseñaron a sobrevivir, con estos cinco pedazos de torta. Por eso, es que los indígenas protegemos las costas de los ríos, los caños y lagunas, porque en ellas están estos cinco pedazos de torta.

Toñito: Seño tradición, seño tradición, ¿Usted sabe dónde está ubicado el árbol de Kalibernae?

Seño Tradición: Claro que sí, Toñito, en las costas del río Sipapo, que es un afluente del gran río Orinoco.

Niños: Profesora. ¿El amigo Histori, nos puede explicar, qué hacían nuestros antiguos antes que llegaran los españoles?.

Histori Ando: Claro que si niños. Para contestar esta pregunta, me he ayudado de mi amigo Arcoloco. Él ha excavado por estas tierras varios puntos, a los que llama sectores y usa una técnica muy particular. Ubica un sector y lo divide en una cuadricula, de forma horizontal  y vertical. A la horizontal la llama niveles y a la vertical estratos. Barriendo la tierra, es como él sabe la edad de la tierra y lo que los hombres hacían en cada edad.

Niños: ¡Barriendo la tieeeeerrra¡

Histori Ando: Barriendo la tierra. Para esto usa una palita y una escobilla y con mucho cuidado, saca cosas de la tierra, que él llama vestigios del pasado. Estos vestigios los va clasificando por niveles y estratos.  

Toñito: ¿Y qué ha sacado de la tierra el señor Arcoloco?

Histori Ando: No es tanto lo que ha sacado, sino como se ve la madre tierra. Hay unas montañitas que él llama, sistemas de campos elevados. Esas montañitas las hicieron los hombres del pasado.

Niños: ¿Los hombres pueden hacer montañaaaas?

Histori Ando:  Ja, ja, ja. Se llama adaptación al medio.

Histori Ando: Arcoloco, dice, que vivían pequeños grupos que cazaban y recolectaban frutos y que se adaptaban a la sabana con estos montículos para sobrevivir; pues, había periodos de exceso y de falta de agua y de vez, en cuando, los ríos se desbordaban y arrasaban con todo a su paso. Entonces estos hombres, hicieron esas montañitas, como si fueran campamentos.

Niños: ¿Y dónde se ubicaban nuestros antiguos en esa época?

Histori Ando: Arcoloco me ha contado, que las zonas más pobladas eran las del Orinoco Medio, o sea, las que estaban cerca a las playitas de los ríos de aguas claras como el Meta, Apure y Arauca. Por allí, ha encontrado semillas de maíz, por eso, él sabe que estos grupos cultivaban el maíz.

Niños: ¿Y dónde aprendieron nuestros antiguos a elaborar el casabe?

Histori Ando: Arcoloco, una vez, saco un vestigio de sebukán. Y se dio cuenta, que en las zonas menos pobladas, o sea, las playas de los ríos de aguas negras, el Cuchivero, Suapure y Parguaza, el cultivo principal era la yuca amarga para elaborar el casabe.

Histori Ando: Tengo otra amiga, Antrómana, que ha visitado familias de comunidades de estos ríos, quienes basan su dieta en el casabe. Ellos le enseñaron a prepararlo y le contaron, que lo habían aprendido desde épocas inmemorables.

Histori Ando: Antes de la llegada de los españoles, había un mercado entre los distintos pueblos indígenas. Se intercambiaban, por ejemplo; aceite de huevos de tortuga, por plumas de ave y ya existía la quiripa, una concha de caracol, que servía de moneda.

Histori Ando: Arcoloco supone, que en esa época, el nivel socio político era avanzado, pues se sabe, que este comercio llegaba hasta la zona andina. Los Muiscas lograban de la gente del piedemonte llanero, maíz, maní, algodón, yopo, tabaco, aceite, ají, plumas y coca a cambio de vasijas de barro, sal, artesanías en oro y mantas.

Toñito: Mi abuelo dice que cuando llegaron los españoles murió muchísima gente. …

Histori Ando: Eso es cierto Toñito. Lo que pasó, es que en esa época, además de los españoles, llegaron portugueses y esclavos de África, y con ellos, llegaron también, enfermedades propias de esos continentes. La viruela, sarampión, difteria y tos ferina, arrasaron con la población indígena. Pero también la violencia del conquistador conllevo a que murieran muchos. Después fue fácil, someterlos a la esclavitud.

Toñito: ¿Señor Histori, si usted no vivió en esta época, cómo sabe todas estas cosas?

Histori Ando: Cuando los españoles llegaron, trajeron la religión y la cruz para la evangelización. Por eso es que  hoy es tan importante para ustedes el bautizo. Y como venían a ocupar estos territorios para la explotación, trajeron la escritura y todo un sistema de administración. Por los registros notariales que dejaban los corregidores de indios, hoy se sabe, qué pueblos se fundaron y cuántos indígenas había. Por ejemplo; Chámeza, se fundó en 1429, por el cacique de Chámeza y Sámaca, figura en los archivos como población indígena propiamente establecida.  

Toñito: ¿Nuestros abuelos fueron esclavos de los españoles?

Histori Ando: Los portugueses cazaban africanos y les quitaban su libertad, o sea, que los hacían esclavos. Cuando llegaban a América, muchos habían muerto en el trayecto. Por eso, se quiso hacer lo mismo con los indígenas de la selva. Los portugueses del río Negro, recibieron entre 8.000 y 12.000 esclavos indígenas. Esto se sabe, porque lo escribían en sus libros de cuentas. Cuando llegaron los curas se impuso otra cosa. Sobre todo, los Jesuitas, crearon grupos para rescatar al indígena cautivo, para luego, ser llevados a las haciendas ganaderas.

Toñito: ¿Entonces nuestros abuelos fueron trabajadores en las haciendas de los curas?

Histori Ando: No, propiamente. No había un salario. Para que los jesuitas lograran fundar sus haciendas, se aprovecharon de los indígenas de la sabana. Los atraían por medio de la sal y los agruparon, en algo que ellos llamaron reducción. Así, les enseñaron el trabajo de llano, se hicieron sedentarios y adoptaron la religión católica.

Histori Ando: Los jesuitas fueron expulsados en 1767 y la población indígena, antes reducida a vivir en las haciendas, quedó prácticamente en libertad. El indígena más aculturado, se hizo llanero y se dio, a la administración de sus propios rebaños.

Seño Tradición: ¡Esa es la época en la que nos llamaban irracionales y nos cazaban como animales!

Histori Ando: Tiene Usted toda la razón. Después de la expulsión de los Jesuitas, se fueron adentrando colonos a las sabanas, desde la Cordillera Andina, hacia el piedemonte y desde Venezuela, hacia las sabanas de Arauca y Casanare. A ellos les interesaba más que la tierra, lo que había en ella, o sea, el ganado. Al indígena de la selva, se le consideró como una amenaza, por sus cerbatanas y flechas y porque no tenían por costumbre, consumir el ganado. 

Histori Ando: Yo quiero que escuchemos en la reunión del Congreso de las Autoridades Indígenas, las palabras de la señora Sociéloga. A ella la han invitado, para que hable de las ocupaciones más recientes que se han dado en la Orinoquia.

Sociéloga: Hoy en día podemos ver nuevas formas de apropiación y de ocupación. Si vemos en el mapa en Arauca y Casanare, se han consolidado grandes hatos ganaderos y para los departamentos de Meta y Vichada se ha fundado la empresa ganadera y agrícola. Son formas nuevas de apropiación, en la medida, en que se generaron de las bonanzas de las economías de extracción, que empiezan a llegar desde mediados del siglo XIX, como por ejemplo, la explotación de sarrapia, usada en la industria del perfume y confitería. Esto es, lo que conocemos como la apertura de la frontera agraria.

Profesora: Bueno niños. Qué aprendieron el día de hoy.

Niños: !Muchoooo, señorita profesora! Aprendimos, lo que pasaba en otras épocas y que seño tradición, sabe muchas cosas.

Profesora: Y que no es necesario que seño Tradición venga hasta la escuela. A ella gusta sentarse en el fogón a contar sus historias. Esa es la escuela de las comunidades indígenas.

Toñito: Es por eso, que mis papás la consultaban cuando mis hermanitos iban a nacer.

Profesora: Claro, que sí, Toñito. Eso se llama, medicina tradicional. Bueno. Niños. Quiero que se despidan de nuestros nuevos amigos.

Niños: Adiós, seño Tradición. Adiós, amigo Histori.

FIN 

Bueno, eso fue todo. Si te gustó lo que leíste y quieres hacer un apunte, no dudes en escribirlo. Recuerda que si estás en otro país o ciudad y requieres documentación de tipo histórica, mi contacto está iniciando la entrada, ahí me ubicas. Hasta la vista.



TEJIENDO SABERES

     En tu casa investiga:

     ¿Cuáles son las ciencias sociales?
     ¿Qué estudian las ciencias sociales?
     ¿Cómo lo estudian?
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     Trae recortes de revistas y material suficiente,
     para elaborar un mural de las ciencias sociales.

 



El mercado. (Cuento)