-¡Que espantoso fracaso el del comunismo: gente pasando hambre ante
tiendas vacías ¡
-Es cierto; un triste fracaso. ¿Pero qué dices del capitalismo? ¡Gente
pasando hambre frente a tiendas llenas!
Jaume PerichPor: Fanny Ortiz
fannyortiz997@gmail.com
Hola a todos, quiero responder una pregunta aparentemente sencilla.
¿Por qué los restos de Simón Bolívar reposan en Venezuela si murió en Santa
Marta? Puede que la respuesta sea obvia. Simón Bolívar era oriundo de Venezuela,
acaso no es justo que sus restos reposaran en el hermano país. Al menos es lo
que se concluye si se lee su testamento, pero alrededor de éste documento hay
discrepancia. Aunque no me detendré en esta discusión yo prefiero agarrarme de
la duda, ¿realmente el testamento recoge las palabras moribundas de Simón
Bolívar?
La primera pregunta que propongo no es ingenua, salió de un
salón de clase, la hizo un joven de no más de quince años. Y bueno, si ellos
preguntan cómo es el proceso creativo de la escritura de Avangger, o de Cien Años
de Soledad, entiendo que cuando hablan de Bolívar me están preguntando por el
Bolívar de hoy, el Bolívar de las salas de cine, el de NETFLIX, el heroico, el
libertador. Sí, creo que este es el Bolívar de nuestros jóvenes.
No me malinterpreten, mi ánimo no es avivar la candente política
del sur, ni mucho menos, pero acaso no nos encontramos hoy pensando y revisando
nuestra historia, como respuesta a lo que pasa en la región. Es que somos hijos
de nuestro tiempo, no lo olvidemos. Doy un ejemplo, hace poco escuché en la
calle a una persona venezolana, quien pasaba por La Caracas, no Caracas,
Venezuela, por la Avenida Caracas de Bogotá, lo escuche decirle a otro ¿viste
el Bolívar? No se refería al precio del bolívar, se refería a la estatua del
Bolívar, que está ubicada en la plaza central de Bogotá, la plaza Simón Bolívar,
que amaneció pintada. Esas palabras hicieron tránsito en mi mente, me
trasladaron al salón de clase, a la pregunta de mi estudiante y me llevaron por
la reflexión que quiero compartir con ustedes. ¿De qué Bolívar es qué estamos
hablando exactamente? Porque el Bolívar que nos enseñaron en la escuela, el
Bolívar que aprendieron nuestros padres, dista mucho, del Bolívar histórico y
del Bolívar historiado. Una de dos, Bolívar está de moda o el venezolano aquel
anda muy perdido.
Pero volvamos al salón de clase, como hijos de esta época,
del internet y el celular, nuestros muchachos no tragan tan entero. Muchos de mis
estudiantes venezolanos son sensibles al tema, con todo y esto, me arriesgo a
postular; el Bolívar que reconocen estos jóvenes y el que seguramente
reconocerán sus hijos, en buena parte es el Bolívar que se reescribió, en
nuestra querida pero maltratada Venezuela. Ese será el tema de hoy.
En 2010 Venezuela celebraba el centenario de la lucha por la
independencia. Por entonces nos llegaba alguito de información sobre lo que
pasaba en el hermano país, claro, desde el lente de los canales oficiales
colombianos. Recuerdo haber visto a un Hugo Chávez un tanto utópico con un
libro en la mano, hablando de Bolívar y meses más tarde, la imagen del rostro
del Bolívar reconstruida con tecnología 3D, como telón de fondo de un
presidente bolivariano, hablando de la hazaña de haber aplicado la prueba de
ADN a los restos de Bolívar.
No era para menos, en Venezuela, se había realizado una
exhumación de carácter científico. Digamos de paso, que el fallecido presidente,
tenía la firme intención de mostrar el magnicidio del héroe de la patria y que
en vida, tuvo que tragarse muchas de sus presunciones, por ejemplo; la del
supuesto fusilamiento, pero seamos justos, hay que abonarle una tremendísima
campaña de apropiación de la memoria histórica de los venezolanos.
Dicha “apropiación” fue inspirada por las no muy
desinteresadas intenciones ideológicas del régimen. Me explico; a mi manera de
ver se realizaron cuatro acciones encaminadas hacia la recuperación, pero con alto sentido ideológico. Primero; se trasladó el
Archivo General de la Nación “Francisco de Miranda” de la antigua edificación de
la calle de las carmelitas a un complejo cultural, con capacidad y dotación moderna,
se descentralizó la tenencia del patrimonio, puesto que muchas de estas
existencias reposaban en academias tradicionales y otras en arcas sagradas de
familias muy influyentes.
Gracias a esto hoy se puede consultar por internet los archivos
del libertador y esperamos que estén prestos los archivos de Francisco de
Miranda, precisamente rescatados de las academias tradicionales. Casi 12. 128
existencias están al alcance del público, aunque sea, la transcripción y
traducción del inglés al español. Lo digo así, pues me ilusionó la idea de leer
y reconocer desde su grafía al libertador, pero solo pude leerle desde la
transcripción.
Quiero decir de paso, que en el desarrollo del objetivo de este
blogger, he podido acceder a documentación histórica, pues ha sido voluntad de
las instituciones que custodian dar a conocer a través sus motores de búsqueda,
el patrimonio para el ciudadano del común.
Lástima que no pase así con el archivo del libertador. Es loable la idea
de un catálogo digital, pues agiliza la búsqueda, pero, es responsabilidad de
los gobiernos democratizar el total acceso al patrimonio. Aunque no encontraran
los manuscritos, les dejo la dirección del sitio, para la consulta.
Segundo; el 3 de julio del 2010, se realizó un despliegue de
actividades culturales homenaje a Manuela Sáenz. Los expresidentes Hugo Chávez
y Rafael Correa, exhortaron sendos discursos, después del traslado simbólico de
una cárcava desde el puerto de Paita (Perú) sitio donde falleció, en 1856, la
heroína. La caja contenía tierra paiteña y quedó reposando a un lado del
sarcófago de Bolívar.
El traslado de la caja tuvo amplio cubrimiento por los
canales oficiales. Se creó un ambiente pro-régimen para un pueblo, tal vez, no
tan convencido del camino bolivariano. Lo importante del acto me parece a mí,
es la re-lectura acerca de Manuela Sáenz. Ya no de Manuelita, -como nos
enseñaron a decirle en Colombia- ni de doña Manuela, es más, eso de
“libertadora del libertador”, parecía cosa de un pasado, ahora teñido por un
limbo de acontecimientos históricos, que se trasmitían por los medios de
comunicación como algo inconcluso o como parte de lo que se vivía para entonces
en Venezuela. A Manuela Sáenz, se le reconoce con honores militares y el rango
de “Generalísima” en el discurso chavista.
Tercero; el régimen aprovechó el poder de los medios para tejer
una verdad y trasladarla al ámbito de lo simbólico. Se le dio al Bolívar un
nuevo rostro y un nuevo significado. Fue así, que el domingo 18 de julio, los
venezolanos amanecerían pegados del canal oficial viendo apartes de la exhumación.
Muy a las ocho de la mañana, Hugo Chávez, se dirigió al pueblo y relató, en
tono religioso el paso a paso de la apertura del sarcófago. La exhumación se
realizó en la noche del jueves 15 y en la madrugada del viernes, el presidente twitteó dos veces sobre lo ocurrido en el
panteón.
A estos huesitos se le realizaron pruebas de ADN que fueron
confrontadas con la osamenta de las hermanas de Bolívar, María Antonia y Juana,
restos que a su vez, darían 99, 9 % compatible con la descendencia de las
mujeres. Se demostró científicamente la relación entre Bolívar y sus hermanas.
Para nadie es desconocida la imagen del rostro del Bolívar reconstruido con
arqueología virtual, que acompañaría en adelante los discursos de Hugo Chávez y
ahora Nicolás Maduro. Estoy de acuerdo con la descripción que proponen en: Arqueología y Patrimonio Virtual “La mirada soñadora y elevada, el inmaculado peinado y la
potencia del rostro, muestran un buscado idealismo que tiene mucho que ver con
la figura simbólica e ideológica que se estaba representando por encargo de la
Revolución Bolivariana”.
Reconstrucción facial de Simón Bolívar. Realizada por Philippe Froesch. 2012
Ahora entiendo porque la expresión de mi estudiante denotaba
cierta molestia, el hombre murió en territorio colombiano, acaso, no debería
tener por morada la catedral de San Pedro Alejandrino? Claro que sí, pero la
precaria República dividida y convulsionada quedó en bandeja de plata para los
intereses políticos. En ese momento fue importante el quién y no qué se resguardaba.
Algo así, pasaba en 2010, bueno, no voy a decir, que trasladar tierra
constituya una intromisión a la soberanía, pero si hay un halo de supremacía en
un discurso apologético, que por demás, tiene muchas incongruencias desde el
punto de vista de la historia. Se cuenta un Bolívar revolucionario, por mandato
de una Revolución, que se hace llamar Bolivariana.
Cuarto; se adelantó una tarea a todas luces, titánica por
rescatar de La Carraca los restos de Francisco de Miranda. A esta tareíta se le
puso plazo hasta el bicentenario de la batalla de Carabobo, es decir, en 1924. La
intención de Hugo Chávez sería la de repatriar estos restos. Tarea no tan
fácil, dado que Francisco de Miranda murió en esta cárcel y su cadáver hace
parte de una fosa común entre centenares de otras osamentas. Lla tarea consta
de comparar el ADN de cada hueso de La
Carraca, con los restos de Leandro Miranda, hijo del prócer. Restos ya exhumados
en París, por mandato del régimen. En un mundo en que cada vez, los gobiernos
hacen conciencia de la importancia simbólica del patrimonio, esta repatriación
haría justicia, no solo a los venezolanos, sino a la totalidad de los
Americanos del Sur y Centro.
Para concluir, el discurso chavista alrededor del bicentenario no deja de sonar autoritarito y totalitarista, muchas veces, incongruente con el discurso historiográfico. A parte, se trasladó al plano de las ideas, figuras emblemáticas de la Revolución del siglo XIX, que se habían quedado en el olvido, para re significarlas como parte de un proceso que se vivía en la Venezuela de la primera década del siglo XX. La figura de Simón Bolívar deja de ser “El Libertador” y pasa a ser “El Revolucionario”. Como se muestra en la película de Alberto Arvelo creada en pleno auge del nacionalismo venezolano. Francisco de Miranda “El Generalísimo” sale de la ultratumba como notable estratega y político, aunque una dignidad muy merecida, ser el pensador de América, se quedó enterrada en La Carraca. Manuela Sáenz “La Generalísima”, ostenta el muy merecido rango militar, pero en suelo nuevo, nada lejos del machismo decimonónico, ser madre de la patria, es un honor relegado, como relegada queda la cárcava de tierra paiteña.
Sobre la figura de Manuela Sáenz yo diría que aunque murió
exiliada, relegada y disminuida como mujer y en el nuevo panteón de figuras
emblemáticas de la Revolución Bolivariana se le deja a un lado del sarcófago de
Simón Bolívar, su figura es otra, si se lee, desde la película de Diego Risquez,
realizar en período chavista. Se cuenta a una Manuela longeva, quien desde las
penurias de una silla de ruedas tiene episodios de lucidez, que logra por las
lecturas de las cartas de Simón. Desde una silla de ruedas, Risquez, la ubica
como una mujer llena de sentimientos y pasiones, pero sobre todo, poseedora de
la verdad sobre lo que pasó. Las lecturas de las cartas de Simón logran
trasladarla en el tiempo y contar episodios de la historia. Se recuerda a sí
misma, como la mujer valiente, madura, determinada y arriesgada que desafió los
esquemas de una sociedad tradicional.
Finalizo diciendo que este 24 de junio paso de agache para
los venezolanos, con un pueblo maltratado y con hambre otros vientos deben
soplar. Ojalá y no se cumpla la sentencia del caricaturista español Jaume
Perich, con el que inicio este escrito.
-¡Que espantoso fracaso el del comunismo: gente pasando
hambre ante tiendas vacías¡
-En cierto; un triste fracaso. ¿Pero qué dices del
capitalismo? ¡Gente pasando hambre frente a tiendas llenas!
Seguramente mis estudiantes venezolanos lo entenderán. Entre tanto,
nosotros los que estamos en esta labor de trasmitir algo de nuestro pasado a
las nuevas generaciones, enseñaremos con más certezas cómo murieron nuestros
héroes patrios y daremos otro significado a estas figuras tan emblemáticas.