sábado, 18 de mayo de 2019

DEJEN EN PAZ LOS HUESITOS DEL LIBERTADOR

-¡Que espantoso fracaso el del comunismo: gente pasando hambre ante tiendas vacías ¡
-Es cierto; un triste fracaso. ¿Pero qué dices del capitalismo? ¡Gente pasando hambre frente a tiendas llenas!
Jaume Perich

Por: Fanny Ortiz
fannyortiz997@gmail.com



Hola a todos, quiero responder una pregunta aparentemente sencilla. ¿Por qué los restos de Simón Bolívar reposan en Venezuela si murió en Santa Marta? Puede que la respuesta sea obvia. Simón Bolívar era oriundo de Venezuela, acaso no es justo que sus restos reposaran en el hermano país. Al menos es lo que se concluye si se lee su testamento, pero alrededor de éste documento hay discrepancia. Aunque no me detendré en esta discusión yo prefiero agarrarme de la duda, ¿realmente el testamento recoge las palabras moribundas de Simón Bolívar?

La primera pregunta que propongo no es ingenua, salió de un salón de clase, la hizo un joven de no más de quince años. Y bueno, si ellos preguntan cómo es el proceso creativo de la escritura de Avangger, o de Cien Años de Soledad, entiendo que cuando hablan de Bolívar me están preguntando por el Bolívar de hoy, el Bolívar de las salas de cine, el de NETFLIX, el heroico, el libertador. Sí, creo que este es el Bolívar de nuestros jóvenes.


No me malinterpreten, mi ánimo no es avivar la candente política del sur, ni mucho menos, pero acaso no nos encontramos hoy pensando y revisando nuestra historia, como respuesta a lo que pasa en la región. Es que somos hijos de nuestro tiempo, no lo olvidemos. Doy un ejemplo, hace poco escuché en la calle a una persona venezolana, quien pasaba por La Caracas, no Caracas, Venezuela, por la Avenida Caracas de Bogotá, lo escuche decirle a otro ¿viste el Bolívar? No se refería al precio del bolívar, se refería a la estatua del Bolívar, que está ubicada en la plaza central de Bogotá, la plaza Simón Bolívar, que amaneció pintada. Esas palabras hicieron tránsito en mi mente, me trasladaron al salón de clase, a la pregunta de mi estudiante y me llevaron por la reflexión que quiero compartir con ustedes. ¿De qué Bolívar es qué estamos hablando exactamente? Porque el Bolívar que nos enseñaron en la escuela, el Bolívar que aprendieron nuestros padres, dista mucho, del Bolívar histórico y del Bolívar historiado. Una de dos, Bolívar está de moda o el venezolano aquel anda muy perdido.

Pero volvamos al salón de clase, como hijos de esta época, del internet y el celular, nuestros muchachos no tragan tan entero. Muchos de mis estudiantes venezolanos son sensibles al tema, con todo y esto, me arriesgo a postular; el Bolívar que reconocen estos jóvenes y el que seguramente reconocerán sus hijos, en buena parte es el Bolívar que se reescribió, en nuestra querida pero maltratada Venezuela. Ese será el tema de hoy.

En 2010 Venezuela celebraba el centenario de la lucha por la independencia. Por entonces nos llegaba alguito de información sobre lo que pasaba en el hermano país, claro, desde el lente de los canales oficiales colombianos. Recuerdo haber visto a un Hugo Chávez un tanto utópico con un libro en la mano, hablando de Bolívar y meses más tarde, la imagen del rostro del Bolívar reconstruida con tecnología 3D, como telón de fondo de un presidente bolivariano, hablando de la hazaña de haber aplicado la prueba de ADN a los restos de Bolívar.

No era para menos, en Venezuela, se había realizado una exhumación de carácter científico. Digamos de paso, que el fallecido presidente, tenía la firme intención de mostrar el magnicidio del héroe de la patria y que en vida, tuvo que tragarse muchas de sus presunciones, por ejemplo; la del supuesto fusilamiento, pero seamos justos, hay que abonarle una tremendísima campaña de apropiación de la memoria histórica de los venezolanos.

Dicha “apropiación” fue inspirada por las no muy desinteresadas intenciones ideológicas del régimen. Me explico; a mi manera de ver se realizaron cuatro acciones encaminadas hacia la recuperación, pero con  alto sentido ideológico. Primero; se trasladó el Archivo General de la Nación “Francisco de Miranda” de la antigua edificación de la calle de las carmelitas a un complejo cultural, con capacidad y dotación moderna, se descentralizó la tenencia del patrimonio, puesto que muchas de estas existencias reposaban en academias tradicionales y otras en arcas sagradas de familias muy influyentes. 

Gracias a esto hoy se puede consultar por internet los archivos del libertador y esperamos que estén prestos los archivos de Francisco de Miranda, precisamente rescatados de las academias tradicionales. Casi 12. 128 existencias están al alcance del público, aunque sea, la transcripción y traducción del inglés al español. Lo digo así, pues me ilusionó la idea de leer y reconocer desde su grafía al libertador, pero solo pude leerle desde la transcripción.

Quiero decir de paso, que en el desarrollo del objetivo de este blogger, he podido acceder a documentación histórica, pues ha sido voluntad de las instituciones que custodian dar a conocer a través sus motores de búsqueda, el patrimonio para el ciudadano del común.  Lástima que no pase así con el archivo del libertador. Es loable la idea de un catálogo digital, pues agiliza la búsqueda, pero, es responsabilidad de los gobiernos democratizar el total acceso al patrimonio. Aunque no encontraran los manuscritos, les dejo la dirección del sitio, para la consulta.



Segundo; el 3 de julio del 2010, se realizó un despliegue de actividades culturales homenaje a Manuela Sáenz. Los expresidentes Hugo Chávez y Rafael Correa, exhortaron sendos discursos, después del traslado simbólico de una cárcava desde el puerto de Paita (Perú) sitio donde falleció, en 1856, la heroína. La caja contenía tierra paiteña y quedó reposando a un lado del sarcófago de Bolívar.

El traslado de la caja tuvo amplio cubrimiento por los canales oficiales. Se creó un ambiente pro-régimen para un pueblo, tal vez, no tan convencido del camino bolivariano. Lo importante del acto me parece a mí, es la re-lectura acerca de Manuela Sáenz. Ya no de Manuelita, -como nos enseñaron a decirle en Colombia- ni de doña Manuela, es más, eso de “libertadora del libertador”, parecía cosa de un pasado, ahora teñido por un limbo de acontecimientos históricos, que se trasmitían por los medios de comunicación como algo inconcluso o como parte de lo que se vivía para entonces en Venezuela. A Manuela Sáenz, se le reconoce con honores militares y el rango de “Generalísima” en el discurso chavista.


Tercero; el régimen aprovechó el poder de los medios para tejer una verdad y trasladarla al ámbito de lo simbólico. Se le dio al Bolívar un nuevo rostro y un nuevo significado. Fue así, que el domingo 18 de julio, los venezolanos amanecerían pegados del canal oficial viendo apartes de la exhumación. Muy a las ocho de la mañana, Hugo Chávez, se dirigió al pueblo y relató, en tono religioso el paso a paso de la apertura del sarcófago. La exhumación se realizó en la noche del jueves 15 y en la madrugada del viernes, el presidente  twitteó dos veces sobre lo ocurrido en el panteón. 

A estos huesitos se le realizaron pruebas de ADN que fueron confrontadas con la osamenta de las hermanas de Bolívar, María Antonia y Juana, restos que a su vez, darían 99, 9 % compatible con la descendencia de las mujeres. Se demostró científicamente la relación entre Bolívar y sus hermanas. Para nadie es desconocida la imagen del rostro del Bolívar reconstruido con arqueología virtual, que acompañaría en adelante los discursos de Hugo Chávez y ahora Nicolás Maduro. Estoy de acuerdo con la descripción que proponen en: Arqueología y Patrimonio Virtual “La mirada soñadora y elevada, el inmaculado peinado y la potencia del rostro, muestran un buscado idealismo que tiene mucho que ver con la figura simbólica e ideológica que se estaba representando por encargo de la Revolución Bolivariana”.


Reconstrucción facial de Simón Bolívar. Realizada por Philippe Froesch. 2012 


Ahora entiendo porque la expresión de mi estudiante denotaba cierta molestia, el hombre murió en territorio colombiano, acaso, no debería tener por morada la catedral de San Pedro Alejandrino? Claro que sí, pero la precaria República dividida y convulsionada quedó en bandeja de plata para los intereses políticos. En ese momento fue  importante el quién y no qué se resguardaba. Algo así, pasaba en 2010, bueno, no voy a decir, que trasladar tierra constituya una intromisión a la soberanía, pero si hay un halo de supremacía en un discurso apologético, que por demás, tiene muchas incongruencias desde el punto de vista de la historia. Se cuenta un Bolívar revolucionario, por mandato de una Revolución, que se hace llamar Bolivariana.

Cuarto; se adelantó una tarea a todas luces, titánica por rescatar de La Carraca los restos de Francisco de Miranda. A esta tareíta se le puso plazo hasta el bicentenario de la batalla de Carabobo, es decir, en 1924. La intención de Hugo Chávez sería la de repatriar estos restos. Tarea no tan fácil, dado que Francisco de Miranda murió en esta cárcel y su cadáver hace parte de una fosa común entre centenares de otras osamentas. Lla tarea consta de  comparar el ADN de cada hueso de La Carraca, con los restos de Leandro Miranda, hijo del prócer. Restos ya exhumados en París, por mandato del régimen. En un mundo en que cada vez, los gobiernos hacen conciencia de la importancia simbólica del patrimonio, esta repatriación haría justicia, no solo a los venezolanos, sino a la totalidad de los Americanos del Sur y Centro. 

Para concluir, el discurso chavista alrededor del bicentenario no deja de sonar  autoritarito y totalitarista, muchas veces, incongruente con el discurso historiográfico. A parte, se trasladó al plano de las ideas, figuras emblemáticas de la Revolución del siglo XIX, que se habían quedado en el olvido, para re significarlas como parte de un proceso que se vivía en la Venezuela de la primera década del siglo XX. La figura de Simón Bolívar deja de ser “El Libertador” y pasa a ser “El Revolucionario”. Como se muestra en la película de Alberto Arvelo creada en pleno auge del nacionalismo venezolano. Francisco de Miranda “El Generalísimo” sale de la ultratumba como notable estratega y político, aunque una dignidad muy merecida, ser el pensador de América, se quedó enterrada en La Carraca. Manuela Sáenz “La Generalísima”, ostenta el muy merecido rango militar, pero en suelo nuevo, nada lejos del machismo decimonónico, ser  madre de la patria, es un honor relegado, como relegada queda la cárcava de tierra paiteña. 


Sobre la figura de Manuela Sáenz yo diría que aunque murió exiliada, relegada y disminuida como mujer y en el nuevo panteón de figuras emblemáticas de la Revolución Bolivariana se le deja a un lado del sarcófago de Simón Bolívar, su figura es otra, si se lee, desde la película de Diego Risquez, realizar en período chavista. Se cuenta a una Manuela longeva, quien desde las penurias de una silla de ruedas tiene episodios de lucidez, que logra por las lecturas de las cartas de Simón. Desde una silla de ruedas, Risquez, la ubica como una mujer llena de sentimientos y pasiones, pero sobre todo, poseedora de la verdad sobre lo que pasó. Las lecturas de las cartas de Simón logran trasladarla en el tiempo y contar episodios de la historia. Se recuerda a sí misma, como la mujer valiente, madura, determinada y arriesgada que desafió los esquemas de una sociedad tradicional. 

Finalizo diciendo que este 24 de junio paso de agache para los venezolanos, con un pueblo maltratado y con hambre otros vientos deben soplar. Ojalá y no se cumpla la sentencia del caricaturista español Jaume Perich, con el que inicio este escrito.

-¡Que espantoso fracaso el del comunismo: gente pasando hambre ante tiendas vacías¡

-En cierto; un triste fracaso. ¿Pero qué dices del capitalismo? ¡Gente pasando hambre frente a tiendas llenas!

Seguramente mis estudiantes venezolanos lo entenderán. Entre tanto, nosotros los que estamos en esta labor de trasmitir algo de nuestro pasado a las nuevas generaciones, enseñaremos con más certezas cómo murieron nuestros héroes patrios y daremos otro significado a estas figuras tan emblemáticas. 





El mercado. (Cuento)