viernes, 26 de mayo de 2017

COLOMBIA MI ABUELO Y YO: UNA GEOGRAFÍA CONTADA PARA NIÑOS Y DOCENTES



Autor: Pilar lozano
Ilustraciones: Carlos Riaño
Editorial: Panamericana /1997
Páginas: 175

Fanny Ortiz. 2017

Acaba de cerrar la trigésima versión de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, Filbo 2017. Pilar Lozano, fue  invitada especial, por el lanzamiento de su última obra: "Historias de un país invisible", que habla de los niños en el conflicto. También acompañó el evento: Contar Colombia a los más jóvenes,  dedicado a la literatura infantil.


A propósito de ello, quisimos reseñar el libro: "Colombia mi abuelo y yo", publicado en 1997, dada la importancia que tiene para el ámbito escolar. Este libro maravilloso, de narrativa clara, relata las largas conversaciones entre un niño y su abuelo, al tiempo, que observan el mapa de Colombia. Pilar Lozano, incursionó en la literatura infantil, con este libro, gracias a que recorrió su país a profundidad y lo conoció de primera mano, en su labor como periodista. El relato es escueto, bien documentado, de lenguaje sencillo y creativo.



"Colombia, mi abuelo y yo", es un libro escrito para niños -y muy recomendado para docentes-, pues  es el resultado de la reflexión, acerca de cómo le hubiera gustado aprender las ciencias sociales, a su autora.

"Colombia, mi abuelo y yo", es el relato de un niño, que al ver un viejo baúl, recuerda los más bellos momentos de su infancia y la figura de su abuelo, Papá Sesé, quien le enseñó la geografía de Colombia, observando un mapa y leyendo anotaciones, juiciosamente pegadas en un viejo globo terráqueo.

De la mano de Papá Sesé y su forma particular de explicar, logra despertar en el niño, la curiosidad. Para esto Papá Sesé, aprovecha escenarios cotidianos, como el patio de la casa, unas vacaciones, un camino, la parada de la ruta escolar. 

Una noche despejada, por ejemplo, se convierte, en la mejor excusa para preguntarse por mundo del universo. Tal como lo hicieran los astrónomos del pasado. Observando la magnitud del firmamento, papá Sesé y su nieto van comprendiendo el universo como un espacio explicable y entendible. 

“Poco a poco, el telescopio, los libros y mi abuelo me ayudaron a entender mejor el universo. Pronto comprendí que es un espacio inmenso y oscuro por donde viajan a millones de kilómetros por hora las galaxias, dando vueltas sobre sí mismas como si fueran remolinos”.

Pilar Lozano, nos invita con su libro, a embarcarnos por ésta aventura de fantasías, que es la infancia. Para trasladar las ciencias sociales a este mundo, nos ofrece grandes posibilidades, entre ellas, la pedagogía del ejemplo. Usando un lenguaje asertivo y sencillo, se explican fenómenos  científicos, tales como, la rotación y traslación de los planetas, los husos horarios, los paralelos y los meridianos. A partir de ejemplos, se atrapa la atención del niño y se le lleva de una forma agradable, por otra aventura; la del conocimiento.

Es así, que se relata, cómo papá Sesé enseña a su nieto, qué son los paralelos y meridianos, a través de un juego, en el que se buscan las direcciones de los países. La carrera sería el Ecuador y empezaría con el número cero y la calle, Greenwich. Las capas atmosféricas, las explicaría, con una analogía muy particular, la del colchón: entre más abajo, más calor, pues hay más capas atmosféricas, "Es como si tuviéramos más cobijas encima”, explicaba el abuelo.

Tal como lo haría un docente en un salón de clase, una vez situado, en un concepto científico, Papá Sesé, traslada el objeto de la narración, de la explicación, del conocimiento, a contar a su nieto, cómo es Colombia, con toda su extensión, riquezas, sabores, colores y por supuesto, su forma física, "Colombia parece una estrella de cinco puntas, chueca y mal dibujada".

De tal forma, aparece esa Colombia de dos océanos, de fronteras en la selva, en el llano y en el mar,  de islas, cayos y moronas, de lugares sagrados y únicos. Se va descubriendo esa Colombia multiétnica y multicultural.

Aparece un Roncador y Quita Sueño, llamado así, por piratas y corsarios, que en su tráfico nocturno, tejían leyendas de espantos y de sustos,  allá, en San Andrés y Providencia, donde se habla inglés y los más ancianos bailan polka y chotis.

Aparece el páramo más grande del mundo, sitio sagrado y de vital importancia, pues es una máquina, que produce agua. Diversidad de ríos, unos negros, otros claros, unos trajinados por el comercio de años, otros casi puros y poco explorados, unos anémicos y otros muy fuertes, unos llenos de magia,  que aparecen y desaparecen.

Diversidad de climas, pues gozamos de una posición geo estratégica, privilegiada. Una cordillera que nace en la tierra de fuego y se entrenza en nuestro territorio, es contada, melancólicamente, por el señor de los andes, un cóndor anciano, que en sueños, le habla a Papá Sesé.

Y por supuesto nuestra identidad étnica-cultural, tan diversa y tan única a la vez. Lugares mágicos,  de ensueño, ataviados, engalanados, con colores, ofrecidos por nuestra madre naturaleza. Pueblos montados sobre estacas. Sitios bautizados en honor a una extraña posición geográfica, -Sal si puedes, así llaman al aeropuerto de Bahía Solano-. Islas que son verdaderos laboratorios de biodiversidad. Personas con la piel tostada por el sol, de ojos melancólicos y manos duras, como si llevaran tallada la historia de la esclavitud.

Personajes misteriosos. Palabras insospechadas. Atuendos coloridos, oscuros, serenos. Comidas riquísimas. Pero por sobre todo, personas muy distintas, niños poliglotas, escuelas en donde el idioma oficial no es el español. Saberes incuestionables.

En fin, es un maravilloso libro de necesaria circulación en el ámbito escolar.

FIN

Anexo

Carta de papá Sesé

Muchos ríos de Colombia están enfermos, algunos de gravedad. Cada día parecen más flacos y débiles. De seguir así, terminarán siendo simples hilitos de agua. Sólo los árboles los pueden salvar, pues son los encargados de recoger el agua para alimentarlos. ¡Pero los hombres tumban y tumban bosques sin piedad¡
Si en Colombia continúan derribando los bosques, mis biznietos no conocerán ni un río, ni una quebrada, ni una laguna. Etiopia, hace apenas setenta años, era un gran bosque; hoy es un inmenso desierto donde la gente se muere de sed.
Por esto me encanta ver a los niños de Quizgó, un resguardo indígena encaramado en las montañas del Cauca. Cuando salen de la escuela corren a buscar "ojitos de agua", así llaman a los nacimientos de gua. Para que estos "crezcan" y formen quebradas y ríos, siembran al rededor muchas plantas, entre ellas una llamada "alegría". Estos pequeños saben también "sembrar agua", donde no hay: hacen un hueco y lo rellenan con agua de río, luego lo rodean de alegrías.


TEJIENDO SABERES

En 1/8 de cartón cartulina dibuja los siguientes ejemplos:

Ejemplo 1. Si jugamos que el sol es un balón de un metro de ancho, la tierra seria como una alverja, si el sol fuera ese balón y la tierra la alverja, la distancia entre uno y otro sería como de una cuadra. Mercurio tan pequeñito como una cabeza de alfiler y venus representado por otra alverja. Para colocar a Neptuno hubiera tocado caminar cincuenta cuadras y sería un pequeño limón.

Ejemplo 2. El universo es como una feria mecánica donde todo está en permanente movimiento.

Ejemplo 3. Piensa en un platillo volador, de esos que aparecen en las películas de guerras intergalácticas. Se mueve a gran velocidad girando y girando. Ese platillo es la galaxia. Ahora imagina que en un rincón del platillo hay un trompo. Esa es la tierra. Mientras gira sobre sí misma, como cualquier trompo, también da vueltas alrededor de un punto. Pues bien, los terrícolas viajamos siempre en el trompo y a la vez, en el platillo volador.


Escribe una carta a papá Sesé  en donde muestres tu compromiso en la conservación del medio ambiente.


Bueno, eso fue todo. Si te gustó lo que leíste y quieres hacer un apunte, no dudes en escribirlo. Recuerda que si estás en otro país o ciudad y requieres documentación de tipo histórica, mi contacto está iniciando la entrada, ahí me ubicas. Hasta la vista.



El mercado. (Cuento)